sábado, 19 de septiembre de 2015

Toma de decisiones

Cada día que pasa me cuesta más y más tomar decisiones. Cada día que pasa me cuesta más aceptar los cambios.

El sábado pasado acudí a mi óptica para graduarme la vista y encargar unas nuevas gafas. Para desgracia mía, ya no fabrican el modelo de montura de mis gafas actuales. Hubiera sido el hombre más feliz de la tierra, habría dado saltos de alegría, no tendría que cambiar el modelo ni elegir uno nuevo, habría encargado la misma montura, y no hubiera pasado lo que relato a continuación.

Me he quedado sorprendido de lo mucho que me ha costado elegir una nueva montura, no recuerdo que hace 6 años me costara tanto elegir la montura actual. Volví loco al dependiente probando una montura tras otra buscando obsesivamente la más parecida posible a la que tengo actualmente. Sentía la necesidad de que la nueva montura tenía que ser exactamente igual a la actual, como un yonqui con síndrome de abstinencia.

Al final no encontré una que fuera exactamente igual, es parecida. Y el que no fuera exactamente igual me ha revuelto el estómago durante varios días. ¿Porqué no podían haber seguido fabricando el mismo modelo?

3 comentarios:

  1. ¿Puede que hayas perdido la capacidad para adaptarte a los cambios porque has estado creando muchas rutinas?
    Si tu vida se ha ido convirtiendo en una monotonía, donde siempre haces lo mismo, vas perdiendo práctica.
    La mayoría, o muchas personas, vivimos cada día un millón de situaciones a las que tenemos que adaptarnos. Pero cuando tus experiencias se reducen, la oportunidad o la necesidad de adaptarte a ellas también lo hace...
    ¿No?
    Es como un músculo que se atrofia si no se entrena, o como montar en bici... recordarás como se hace pero necesitarás dedicarle tiempo para hacerlo con soltura.
    O coges la bici para no olvidar cómo se hace y que te resulte más fácil cada vez que la coges, o aceptas que cuando vayas a usarla te resultará cada vez más difícil...
    Es cuestión de elegir qué opción te parece más interesante en tu caso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cabría preguntarse si alguna vez lo he tenido en lugar de si lo he perdido...

      Y sobre monótona, según se mire. Para esta sociedad que pone el sumun en viajar por todo el mundo (aunque solo sea por fardar), pues si, debe ser un muermazo. Creo que ya lo escribí en las primeras entregas, para mi no es monotonía.

      PD: Me apunto tu página para mirarla en cuanto pueda

      Eliminar
  2. Interesante.
    Yo diría que sí lo tenías, porque dices que la vez anterior no te costó tanto... En cualquier caso, no se trata de algo dicotómico: lo tienes o no, blanco o negro, sino que se trata de grados.
    Y lo de la monotonía, yo también estoy en contra de hacer un millón de cosas sólo por decir que las has hecho. Me refería que a lo mejor en tu caso, que no lo sé, estás acostumbrado a ir a los mismos sitios a la misma hora y hacer siempre lo mismo; para mí eso es monotonía, por mucho que te guste.
    Opino =)

    ResponderEliminar