Me gusta el invierno, porque me permite sentarme en el sofá y cubrirme con una manta hasta las orejas. Me da una sensación de protección y seguridad. Si, ya se que es una falsa sensación, que no me protege realmente de la realidad, pero a mi me tranquiliza.Pero por otra parte el invierno tiene algo que me deprime: Sentir esa humedad.
Yo tengo Asperger y también me gusta el invierno, con sus días grises, la falta de luz... La ropa de invierno que tapa mis formas, la capucha o incluso el paraguas que tapa mi rostro, el hecho de oscurecer pronto me da libertad para andar por la calle, me siento más cómodo. Cuando llega el verano me siento más desprotegido. También puedo pasar meses sin salir a la calle y tan feliz.
ResponderEliminarHola. Ya lo he comentado en alguna otra entrada: Las vacaciones las paso en casa, solo salgo para lo imprescindible.
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